El proyecto CAPTACO2, dedicado al desarrollo de un equipo de captación de dióxido de carbono atmosférico de sobremesa, realizado por la doctoranda Anna Mas en la Universidad Rovira y Virgili – Eurecat en Tarragona, ha dado otro paso adelante en su investigación mejorando el sistema utilizado para medir las prestaciones del sistema de captación.

Hasta ahora se utilizaba un módulo que integra un volumen de aire cerrado en el que se hace entrar dióxido de carbono de forma conocida. Parte de este dióxido de carbono se absorbe, quedando entonces dentro del módulo menos cantidad de la que habría si no hubiera absorción. Midiendo la cantidad de dióxido de carbono dentro del módulo a lo largo del tiempo se puede conocer entonces cuánta abosorción se produce.

Este sistema, aunque ha servido para extraer datos interesantes, tiene dos limitaciones importantes. La primera es que el volumen de aire cerrado en el módulo es pequeño. La segunda es que no es posible utilizar aire atmosférico porque la concentración de dióxido de carbono en el aire ambiente de los laboratorios no es constante.

Estas limitaciones desaparecen al utilizar una cámara climática, elemento que puede entenderse como una habitación a pequeña escala. En nuestro caso es un armario hermético con un volumen muy superior al del módulo, que cuando se cierra contiene aire ambiente real con la concentración de dióxido de carbono que existe en ese mismo momento en el aire del laboratorio.

El módulo queda dentro de la cámara climática y va absorbiendo dióxido de carbono. Mediendo entonces la evolución de su cantidad a lo largo del tiempo se puede calcular la eficiencia de captación del módulo.

En la imagen se puede ver el módulo experimental en la cámara climática. El módulo tiene instalada una membrana especial de intercambio de gases y está conectado al exterior mediante diferentes tubos y cables que permiten realizar las medidas y controlar el sistema.