El proyecto CAPTACO2, encabezado por la doctoranda Anna Mas y cuyo objetivo es la captura del dióxido de carbono del ambiente mediante un módulo captador de tamaño reducido, está generando datos muy interesantes.

Ajustar todos los elementos que componen el experimento tal y como se detalla en el post “CAPTACO2 – Ensayos de absorción” no ha sido fácil. Especialmente complicada ha resultado la puesta a punto del cromatógrafo de gases ya fue necesario ajustar de forma muy precisa la configuración de los parámetros de control y sobre todo del flujo de aire incidente.

Con el experimento en marcha, los datos que vamos recibiendo permiten estudiar cómo va evolucionando la cantidad de dióxido de carbono que existe dentro del módulo de absorción a lo largo del tiempo y trazarlo todo en un gráfico para poder comparar distintos resultados.

El módulo en el que se absorbe el dióxido de carbono recibe aire de una composición conocida, con una concentración de CO2 de 400ppm similar al aire atmosférico, y el cromatógrafo de gases da la concentración de CO2 en la salida, concentración que va cambiando. A partir de estos datos se puede saber qué cantidad de dióxido de carbono se ha absorbido, así como a la velocidad a la que se ha absorbido.

Y esto es lo que se muestra en el gráfico. Se pueden observar distintas curvas de absorción en función del tipo de absorbente y del tipo de membrana utilizados. Por ejemplo, la línea verde (Config 2) se corresponde a un experimento en el que el absorbente es KOH (hidróxido de potasio) y no existe membrana de separación entre el aire y el absorbente, condiciones que proporcionan una absorción muy rápida.

Otras configuraciones no proporcionan tan buenos resultados, pero es justamente toda esta información la que permite avanzar en la investigación con el objetivo de maximizar el rendimiento en la absorción de dióxido de carbono, para así poder luchar contra el cambio climático.